25 de abril de 2008

La muela y su juicio

Cuando venia en dirección al parque esta mañana y fíjate la de vueltas tontas que se le dan a la cabeza cuando nos quedamos parados en un atasco tremebundo cual manada de tortugas (¿las tortugas van en manada?), que me puse a pensar en lo siguiente... La famosa muela del juicio. Esa mulecita gigante que sale en último lugar de nuestra maravillosa dentadura, y que la pobrecita no duele apenas, que no ni na, no es más que un símbolo de juicio y madurez. La llaman muela del juicio porque según cuentan nace, se reproduce y, muere en el caso de que te la extraigan, cuando alcanzamos el pleno juicio. Y ahora pienso yo... Según radiografías y estudios que me han realizado con el paso de los años a mis dientes, se descubre que no poseo muelas del juicio en la parte inferior. En la parte superior las tengo pero sin raíz, que para el caso es como si no las tuviera, ya que según he podido leer una muela sin raíz no puede salir. ¿Quiere esto decir que estaré falto de juicio de por vida? Es una paranoia de otras tantas que se arremolinan en el desconcierto de los atascos. Ahora te dejo que voy a cepillarme los dientes y a buscar mi pleno juicio. Abrazos

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