31 de diciembre de 2009

La música como un manjar

Estoy aquí en casa comiéndome un buen bocadillo de chocolate, como cuando era un niño, y la verdad que está tela de bueno. Aunque sin dudarlo y desempolvando archivos que yacen ocultos en los rincones de mi memoria, el verdadero manjar se encuentra bien anclado en el árbol de la música. Notas, muchas notas a lo largo de muchos años, notas que han adornado mi vida al son de un sentimiento, una dedicación, devoción, amor...

La fuerza con la que pega el dulce sonido de un acorde bien afinado, de una melodía armoniosa y que llega a lo mas tierno del corazón. Es un sentimiento eterno el que enlaza música, Cigarreras, Sevilla, Semana Santa... ¿Cuánto años me quedarán por sumar como músico de un lugar mágico? El tiempo que Sevilla quiera.

El nudo que existe entre el alma y la música es tan sedoso que a veces da la sensación de que hay notas perfectas fluyendo entre tus dedos para ofrecérselas a los ángeles que escoltan tu conciencia. El manjar más sabroso sin duda. Música y Cigarreras. Qué combinación tan perfecta!

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