7 de diciembre de 2009

Una vez más gana la humildad

Amigos míos, hoy estoy contento porque la humildad ha vuelto a ser la triunfadora en este amasijo de hipocresía y prepotencia. Tarde, pero a tiempo, me enganché al reality del canal cuatro Pekín Express. Aventuras, pruebas, enfrentamientos, dureza y sobre todo dosis de humildad. Hoy ha sido la final del concurso y dos parejas eran las únicas que quedaron de las ocho que comenzaron el programa. Fran y Merino, dos policías locales de Coslada, y Antonio y Carmela dos Andaluces de pueblo. Semana tras semanas iba viendo como los dos primeros se hacían ganadores de las pruebas y siempre llegaban los primeros al final de las rutas. Chapó por ellos, por demostrar que son fuertes y ganadores. Pero los triunfos se empiezan por la base fundamental de la humildad, y esta preciosa condición es la que les faltaba a estos chicos de Coslada. Día tras día y cara a cámara decían que no había nadie mejor que ellos, que eran los mejores, invencibles y que eran los claros favoritos y únicos ganadores del concurso, llegando incluso a decir paletos a os Andaluces. Pues hoy los andaluces les han ganado la carrera, y han coronado en Bombay, el concurso de Pekín Express. Y he de decir que me alegro muchísimo de que dos personas humildes y caritativas, sencillas y divertudas, se hayan antepuesto al portagonismo prepotente de Fran y Merino. La final ha estado muy divertida y emocionante, tanto que incluso al final los claros favoritos incluso han salido con ventaja en la última prueba, aunque de bien poco les ha servido.

Alabo la mentalidad ganadora de los segundos clasificados de Pekin Express. Así como también alabo sus ganas de imponer su fortaleza y querer hacerse con el premio final. Pero lo que sí repudio es sus ganas de aplastar al menor con aires de superioridad y grandeza. Al fin y al cabo lo único que sirve son los golpes de humildad. Enhorabuena a Antonio y Carmela.

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