12 de julio de 2012

Una línea muy fina


Hoy está siendo un día muy cansado. Demasiado diría yo para lo que estoy acostumbrado... Cansado físicamente y cansado por tanta estupidez que tengo que escuchar a diario. Parece ser que útlimamente la palabra, y el colectivo de bomberos, está muy sueltecita en boca de algunos que solo saben criticar sin tener ni idea de lo que hablan. Llego a casa y lo primero que veo en mi correo es una nota de prensa donde, entre otras cosas, se habla que un grupo de empresarios culpan a los bomberos por su tardía llegada al incendio de esta mañana en el Polígono El Pino. Estoy cansado ya de decir que los bomberos llegan al siniestro cuando se les avisa, bueno una media de 4 minutos desde que se les avisa, y eso no me lo invento yo. Eso está en los partes de actuación, que uno a uno, y más de 8 mil al año se guardan en el servicio de Bomberos de esta ciudad. El que quiera que desempolve papelotes y se entretenga. Yo les diré una cosa a esos que tienen la lengua tan suelta y tan fácil. Primeramente, yo mismo estando en el parque central, nos dan salida a un fuego de una nave donde supuestamente hay un coche ardiendo dentro –fíjense que la información ya es errónea. Hay diferencia entre un coche a 5 autobuses, creo yo...–. Después vamos de apoyo al parque de Carretera Amarilla que ya se encuentra en el lugar. Esta información la vamos escuchando mientras nos vestimos y nos montamos en el camión. Y ahora, qué casualidad! El coche no arranca. ¿Y por qué no arranca? pues porque el servicio de bomberos cada día está en un estado más lamentable, desastroso y dejado de la mano de Dios... Nos montamos en otro, dándose la circunstancias de que es un coche de formación. Señores, un coche de formación! Un camión que se usa para formar a los nuevos bomberos! Tardamos en llegar al siniestro alrededor de 6 minutos –que ya es tardar poco, y aquí os dejo un mapita, para que no quepa duda de la distancia entre el parque de bomberos de San Bernardo y el lugar del siniestro– Llegamos al lugar, y vemos que nada de un coche ardiendo, 5 autobuses envueltos en una madeja de fuego bestial. Más problemas... camión de formación. Falta material para la extinción, no entra bien la bomba... Señor Alcalde, ¿cuándo narices va usted a sentarse con sus bomberos? Además como viene siendo habitual, al siniestro acudimos una cantidad muy inferior de bomberos de lo habitual, y hacemos lo que podemos, incluso más. Cierto es que nosotros no somos máquinas perfectas incapaces de cometer fallos, porque por supuesto que los cometemos, o al menos tratamos de cometer los mínimos posibles, pero querido ciudadano, infórmese de todo antes de lanzar una granada de mano contra los que algún día, y Dios no lo quiera, puedan ser las personas que salven su vida o la de algún familiar. Vengo alentando hace tiempo que este servicio de bomberos está muy mermado y muy quemado. También digo que la seguridad del ciudadano está en manos de los políticos porque son incapaces de solucionar los múltiples problemas que existen en el servicio, las culpas a ellos, no a los que nos jugamos el pellejo cada día. Espero que todo un poco claro, y si no, lo mismo que digo siempre: aquí estamos los bomberos, el que quiera saber que venga un día a vernos. Lástima que nunca viene nadie...