11 de julio de 2012

Reaparecer entre las sombras


He decidido, después de un pequeño descanso de escritura infinita, volver a empuñar la pluma (o a golpear las teclas de mi ordenador) y además, reabrir mi blog al mundo; porque las emociones y las experiencias deben ser compartidas para que el mundo pueda crecer y volar libre, o al menos esa es mi opinión. Vengo con ganas, y renovando algunas cosas que casi ni se notarán, pero yo sí. Y reaparezco describiendo algo que he vivido esta mañana. Esta madruga ha ardido una nave con más de 5 autobuses dentro en el Polígono El Pino, y la vedad que he sufrido, pero a la vez he disfrutado... Más de tres horas trabajando entre llamas donde el calor insoportable, el humo, las distintas explosiones, las llamas de todos los colores y los ruidos desconocidos, no han hecho que me arrugue en ningún momento. Junto al aire que escupía de mi máscara a borbotones y el agua fresca que lanzaba, he estado notando como cada día que pasa estoy más orgullo de mi trabajo y de mis compañeros. 27 horas de trabajo y no nos tumba nadie... Podrán recortarnos, ahora quitarnos las pagas extras, pagarnos las horas extras en descanso, subirnos el IVA (mucha tela señor presidente), pero siempre damos la cara... Así que tras un desayuno completo a base de fruta, tostadas y un buen tazón de cereales para recuperar fuerzas, seguiré dando guerra por este espacio que nadie, al igual que a los bomberos –o a los mineros, que me quito el sombrero con ellos–, tumbará. También quiero agradecer la preocupación de muchos de vosotros por haceros una nueva cuenta y solicitar permiso para leer el blog, gracias a vosotros he vuelto a la carga. Buenos días infinitos!