9 de octubre de 2018

Responsabilidades

En estos primeros, que no nuevos, pasos en el blog infinito quiero dar cuenta de lo que para mí es la responsabilidad. 

Un ser responsable es aquel que es consciente constante de sus actos, afiliaciones y hechos diarios. Con esto no quiero decir que alguien que en algún momento realice una acción por un impulso inconsciente o un acto poco reflexivo no sea un ser responsable. 

Un ser responsable es consecuente, sin más. Consecuente con todo aquello que sus acciones producen y provocan. ¿Os suena la palabra humildad? ¿y su significado? La palabra humildad siempre va ligada a aquellas personas con escasos recursos. Os recuerdo que existen personas pobres pretenciosas y soberbias, y ricos humildes y viceversa. No es cuestión en esta pequeña ventana infinita  de analizar y enrocarse en la humildad propiamente dicha, si no en la humildad que coge la mano a la responsabilidad y la consciencia.

Consciencia, responsabilidad y humildad, deben ir de la mano para saber superar cualquier conflicto interno o externo que llegue sin victimismos ni matices que indiquen inferioridad. Todos somos capaces de potenciar estas tres peculiaridades y sacarle todo el jugo posible. Así será la única manera de consensuar esa pequeña parte de felicidad que, OJO, tan solo a nosotros nos compete. Nadie hará nada por ti si tú no eres consciente, humilde y responsable contigo y con tus acciones. 

Vive libre de cargas y aprende a potenciar tu responsabilidad. Deslígate de que el acto responsable es represivo (todo lo contrario). Desbáncate del dolor que te hacen otros, el dolor solo te lo haces tú mismo. Sé humilde y consciente, libre y consecuente.

Y como no quiero extenderme mucho más, tan solo digo: quiérete mucho, sí, pero no seas soberbio ni pretencioso.

–– Recoge tu plato.

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