12 de febrero de 2009

La Cara y la Cruz

Esta mañana, como casi todas las mañanas, he ido a visitar un nuevo banco, a ver si alguno mejora las condiciones que ya me dieran en su momento para hacer frente al hipotecón que se me avecina.

Lo primero que quiero destacar es que en la ciudad te sacan dinero por todo, tasas para todo. Dentro de nada nos cobraran por respirar el aire perteneciente a un municipio, y si no, al tiempo. Lo digo porque no hay derecho cuando encima que llevas un buen rato dando vueltas con el coche para encontrar un agujero donde meterlo, veas uno y sea zona azul... Mínimo 40 céntimos. Si ya pensarás que eso es una ridiculez, pero cuando sólo tienes una moneda de 2€ y los cacharritos esos, llamados parquímetros no entienden de devoluciones, te entran ganas de... muchas cosas. Total, pago mi "consumición" antes de bebérmela, sin saber el tiempo que voy a estar en el banco...

Decir que en el banco me han atendido fatal, será porque no llevo corbata y tengo puesta una barba de cuatro días... no quiero pensar que hayan osado a tal discriminación. Vamos que no he estado ni tres minutos de reloj...

Vuelvo al coche, y me acuerdo de que he pagado 2€ de aparcamiento, eso equivale a mas de dos horas de parking... y bueno, preferí no alterarme y darle el ticket a un supuesto "señor" que acaba de aparcar delante mía. Éste ejecutivo movilparlanchín, me miró de arriba abajo y con una mueca poco agradecida cogió el ticket y lo colocó en el interior de su vehículo.

Con cara de tonto me metí en el coche, aunque pensando que hice lo que debía hacer. Ayudar y servir a los demás. Así me va...

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