29 de octubre de 2009

Más incongruencias

Las Cigarreras. 30 años de música, de creación, innovación, derroche y sevillanía, derramadas por los cuatro costados y por todo el panorama nacional e internacional. Nos sentimos sevillanos como los que más, presumimos de nuestra ciudad allá por donde vamos. Sevilla es la ciudad que representamos y Sevilla es la ciudad que siente orgullo de su Banda de Las Cigarreras. Las Cigarreras de Sevilla, así es como nos presentan en los escenarios, y dejar el listón bien alto es lo que tratamos con cada concierto o salida procesional. Somo una entidad que da cabida a la juventud, con una escuela de música, la música máter de esta ciudad, la música de Semana Santa, ésa que tantos adeptos tiene y que cada año obtiene mejores registros. Ahora, el Ayuntamiento de nuestra ciudad, ése que está en contra de los pensamientos de la mayoría de los sevillanos, se pone en contra de nuestra Banda.

Hace alrededor de 15 año que venimos ensayando en un local, junto a la Torre del Oro. Un local cedido por el Ayuntamiento, y que ahora, tras un gran acondicionamiento (por parte de la Banda), y un fuerte crecimiento de la entidad donde tres bandas referentes a nivel nacional y una escuela de música con estilo propio, nos lo van a quitar. Allí se crea juventud, buen ambiente, música, armonía y aficiones sanas. Hoy mismo ha llegado una carta a la dirección de Las Cigarreras, y ha sido hoy, no ayer ni hace 8 meses, hoy es cuando se hace oficial aquello que nos temíamos algunos (todo lo que no sea oficial son pompas de jabón). Tenemos hasta fin de año para abandonar el nuestro local de ensayos.

Y os preguntaréis porqué nos lo quitan. Pues yo os lo voy a contar. El área de juventud del Ayuntamiento de Sevilla quiere darle salida a un proyecto musical donde reunir a los jóvenes y aprendan música. Concretamente quieren organizar una escuela de estilo Heavy Metal. ¿Sacrificar una dedicación musical para la ciudad y sustituirlo por otro? ¿por qué? Pues por política, nada más. A esto hay que sumarle que hay locales aledaños al "nuestro" que están abandonados y sin acondicionar. Quizás será esa la razón de por cual quieren el nuestro...

Injusticias que a veces no se comprenden, pero que llegan inesperadamente y que para cuando lleguen hay que hacerles frente y combatir hasta que nos descuelguen las corazas.

Esta triste historia hace que esta noche esté algo alicaído y a la vez indignado de como se está gobernando en esta ciudad...

1 comentario:

Kino dijo...

Desde luego, la poca vergüenza de la gente tiene unas fronteras inimaginables. Luchar por lo que es vuestro y si no, a dejar el local tal como os lo encontrasteis.