10 de marzo de 2010

La noria de la vida

Hoy vengo a contaros algunos motivos, que pienso yo, que son útiles para crecer en esta vida que se está enrocando. La vida no es más que un proceso transitorio donde nacemos, crecemos y morimos. Es así de crudo, pero así de simple. A mucha gente, no le corresponde vivir en el lugar que ha nacido, todo es cuestión de azar (que se lo digan a esos negritos que vienen a España para ganarse la vida a base de paquetitos de pañuelos). La vida no es más que una noria donde subimos y bajamos. Una noria que da vueltas, pero a la que hay que estar bien anclado sino quieres esrtrellarte contra el suelo.

Las emociones que nos envuelven a veces nos convierten a su antojo, haciéndonos presa del pánico y la ira incontrolada. Pero en la vida, hay mucha gente que te ayuda a agarrarte a esa noria que no para de girar. Y eso es lo verdaderamente importante. Las personas que te ayudan, que te aconsejan, esos son los verdaderos valores de una vida corta que nos ha tocado vivir. Nosotros, los seres humanos, estamos inmersos en el fantástico mundo de las emociones contrarias y en el intentar destruir a los que tenemos más cerca. ERROR.

Cuando una persona te demuestra por activa y por pasiva que está para lo que haga falta, agárrate a ella si no quieres que a tu vagón de la noria se le suelten los tornillos... Los hechos son muy sencillos, y solo hay que quitarse un tupido velo para ver lo que tenemos a nuestro lado. Aunque si lo que queremos es agarrarnos solos, puede ser que no nos caigamos a la segunda o a la tercera vuelta, pero a la cuarta ya nos vamos a emepezar a tambalear.

La moraleja es que si tienes un amor, cuídalo, si tienes un sueño vívelo, su tienes un camino síguelo, pero no empujes a los que están junto a tí porque tu pienses que no lo están. Trata de reconvertir tus argumentos negativos de ese ángel de la guarda en sutileza par romper el velo que envuelve tus ojos.

Buenas noches infinitos...

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