Música, no me abandones

Ya son horas de estar dormido, y más teniendo mañana que tocar en el pasacalles que organiza el consejo de bandas de la ciudad de Sevilla,y además que tengo un catarro como un demonio. y debería descansar. Pero acabo de llegar de disfrutar de la música en todo su fervor y pasión. A la tarde he asistido otro día más a un acto del segundo congreso de bandas (que mañana cierra con el citado desfile de más de 70 bandas de toda España). Pero éste no era un acto cualquiera. Se ha presentado la obra Harmonía que ya meses atrás representamos en el Teatro Quintero y que tanta espectación creo. Un trailer precioso donde se deja entrever gran cantidad del contenido de la obra. La verdad que ha sido la primera vez que lo he podido disfrutar porque si usamos los términos apropiados, nosotros los músicos, lo hemos sufrido durante los ensayos. Pero ahora si que he disfrutado, y más viendo como algunos compañeros representaban el Ave María de Caccini en directo para todos los presentes. Es la primera vez en 15 años que asisto a un acto de mi banda desde el público, y la sensación es de orgullo absoluto. Después, buen ratito de ensayo, y tras la cena con pescaito frito hemos ido a ver las tunas, que como cada 8 de diciembre de madrugada recorren las calles de la ciudad regalando sus más bellos versos. No sabía que esto se hacía, y hoy mismo ha sido cuando me he enterado. Me ha gustado ver como grupos de jóvenes, y no tan jóvenes, disfrutaban al máximo de lo que hacían. Regalar su música al pueblo, demostrándole todo el trabajo, y el ensayo diario para afinar sus voces. Ha sido muy emotivo. Y me siento contento por pertenecer al gremio de la música y poder decir que yo también entrego tesón al pueblo. Viva la música! Os dejo algunos versos de los que he escuchado esta misma noche. No es del momento, pero aun así merece la pena. Canta la tuna de biología, la letra de Sevilla.