Anoche asistí a una de las mejores veladas que recuerdo desde hace mucho tiempo. Primero un refrigerio en un precioso bar de copas al estilo alcapone en la calle betis, donde ponen unos cócteles estupendos, para hacer tiempo y cenar en un lugar mágico situado en pleno río Guadalquivir acariciado por la Torre del Oro y reflejado por la torre de la felicidad, la Giralda. Restaurante Abades Triana, un lugar sencillamente precioso, sin pegas, todo cuidado con mimo al mínimo detalle. el único susto fue cuando por error, al recibir la cuenta, ésta se multiplicó por dos. Error que fue rápidamente subsanado. Tras la espectacular cena, paseo por Sevilla para acudir a uno de los sitios más emblemáticos de la ciudad. La terraza del Hotel Doña María, justo a los pies de la Catedral y su Giralda. Allí las copas saben a romance, a relax y a Sevilla... Más tarde vuelta al Abades Triana, esta vez para disfrutar de una consumición ofrecida en la cena, y así estrenar la terraza de verano de aquel paraíso arquitectónico.Tras la perfección de la noche, y ya bien entrada la madrugada, entoné una frase que me pareció fantástica y aquí quiero promulgar. "Es tarde. Me voy, tengo que nacer y he de estar preparado". Y es que hoy es mi cumpleaños. Hace 26 años que nací a las 10 de la mañana, un domingo caluroso según cuentan.
Un año más grande, mayor, viejo, adulto, o como a mi me gusta llamarlo, más sabio...
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