En esta jornada de trabajo y bajo la cautividad de las horas brujas, esperando que suene la alarma para soltarnos a la calle, me anda rondando un pensamiento que no me deja descansar como me gustaría y que si bien sirva como excusa para reparacer ante todos vosotros, que se que me visitais a diario...Como sevillista de alma y corazón, y ya como profesional, me preocupa muy mucho el estado de nuestro Estadio Ramón Sanchez Pizjuán, y como no el posible tstado de la invisible licencia de obras.
El otro día, recibimos un aviso donde al paracer un gran cascote de hormigón había caido desde lo alto de nuestro coliseo a la calle, a la altura de la puerta número 19.
Me preocupa, como sevillista porque nuestro campo está que se cae a pedazos,literalmente hablando y como profesional, porque no me apetecería sacar alguna victima bajo los escombros en la bombonera (evidentemente lo haría porque para eso me pagan).
Con todo esto quiero decir que la cuestión del desarrollo de las obras de remodelación del estadio debe ser inminentes, ya que no sólo afecta a una gran masa social de seguidores sevillistas que no pueden acudir a ver al equipo de sus amores porfalta de aforo, sino también por el peligro sobre los viandantes que vayan a visitar nuestro glorioso cincuentenario estadio o simplimente paseen por alli.
A quien corresponda: aceleren el proceso y den vía libre al Sevilla Fútbol Club en lo que a remodelación se refiere, y señor José María del Nido, presidente del Sevilla Fútbol Club, haga realidad el ansiado proyecto nada más reciba la carta acreditativa de licencia de obras.
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