16 de abril de 2012

Azar, suerte, casualidad...


Durante mi corta carrera en esta compleja y delicada vida, he estado deambulando entre el sí y el no, en la creencia o no creencia de aquello que llamamos suerte. ¿Existe la suerte? No lo sé, pero a veces se dan una serie de condicionantes que me hace pensar que sí, ¿o serán las escrituras del sagrado destino...? Unos dicen que la suerte no es más que la búsqueda de los factores que te llevan a conseguir, o no, aquello que queremos encontrar. Otros piensan que, es pura magia y encuentros casuales de determinados estímulos o vibraciones que se atraen para encontrarse. Hoy pienso que la suerte existe gracias al destino que no conocemos. Al no saber qué es lo que nos deparará el destino, decimos que hemos conseguido tener suerte cuando ese destino te marca las pautas correctas —algo raro sí–. La verdad que el capricho del azar, la casualidad y la suerte, no son más que chispas que nos enciende dentro de nuestra confianza el ansiado y anhelado destino. Así que a disfrutar de esas escrituras puras que se plasman en nuestra vida en el momento de nacer.

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