Cada día es una sorpresa

Pensaréis que estoy algo loco querido infinitos. Son las 4 de la mañana, y aquí me tenéis, sentado frente a mi ordenador escribiendo un puñado de frases. Acabo de llegar de la feria, de compartir con mis compañeros una velada que ni me imaginaba tan especial. Todos me decían que el día del pescaito en la caseta de bomberos era algo fuera de lo normal, un ambiente ameno, agradable, loco y divertido con tintes de vergüenza e inhibición.

Y es que cada día es una sorpresa rodeado de tan semejantes personas. Gracias turno 4ª de bomberos de Sevilla por ser como sois. Gracias por haberme acogido entre vuestros brazos y haberme mostrado el camino correcto frente a lo desconocido. Gracias por tener esa alegría dibujada en vuestros enormes corazones. Gracias por ser tan humildes y a la vez tan eficaces en una vida que se retuerce poco a poco. Sois gente de bien, gente que hace el bien y gente que demuestra que la sonrisa es el mejor mensaje en cualquier escenario. Gracias por ser así turno feliz, gracias por darme este regalo y conquistarme con vuestras bromas y formas de ser. Gracias a vosotros que, cada día que suena la alarma me siento seguro de jugarme el pellejo junto a los mejores bomberos del mundo, y de aclarar que los mejores bomberos son aquellos que aun teniendo experiencia y condiciones más que suficientes, son capaces de ser mejores personas que bomberos. Gracias a todos de corazón.

Hoy me habéis hecho sentir algo muy grande. Sois capaces de entregar vuestro corazón a cualquiera que necesite ser auxiliado, y la vez sois capaces de compartirlo con los vuestros, con vuestros compañeros. Gran noche hemos tenido en Pascual Márquez 255. Con razón me decíais que no podía faltar... Coco, Esteban, Miguel Navarro, Sergio, Galán, Lolo, Carlos, Chami, Joaki, Portillo, Gonzalo, Poyatos, Diego, Javi, Santín, Antonio, Carrillo, Cotán... Todos merecéis el mayor de los reconocimientos. Estoy orgulloso de trabajar junto a los mejores bomberos del mundo, mejores personas y mejores compañeros.