Esto es el Turno 4º

Pues ayer pude disfrutar de otra estupenda velada. Esta vez con los compañeros del trabajo, que por si no lo hubiera dicho ya en alguna ocasión, son magníficos. Cuando hace tres años decidí el turno en el cual iba a desarrollar mi carrera como bombero no sabía muy bien como iba a salir el experimento. De los cinco turnos existentes el cuarto era uno más, aunque ya había escuchado que le llamaban el turno feliz. Mi ignorancia me llevo a ser yo mismo, y junto a mis compañeros de nuevo ingreso, comencé a brotar sobre la húmeda tierra. Junto a los ya consagrados sauces empecé a ser vástago o esqueje hasta que finalmente supe que había anidado en la rama adecuada. ¡Qué categoría! Un trabajo como es el de bomberos es mucho más que ser un superman o salvavidas, que no lejos de la realidad, es ser compañeros en todo lo que nos rodea. La vida, en su más pura hegemonía, virtud inconfundible con otras, y que gracias a bomberos y en especial a mi turno, tengo el placer de saborear. Sois como hermanos, primos, padres; sois amigos y lo mejor de todo compañeros de vida. Segur estoy de que la famosa balsa de aceite del turno feliz seguirá estando en calma por el resto de los días ya que la semilla que vosotros habéis plantado en nosotros, grandes sauces y robles de la ciudad, seguirá germinando y acabará por convertirse en fruto para que llegue el día de que otros pequeños vástagos se abracen al árbol milenario y feliz de bomberos. Viva el turno 4º