Somos tu ayuda

Hoy, día de guardia, una como otra cualquiera, he notado como los bomberos tenemos la capacidad emocional para enfrentarnos a situaciones complicadas... Pero eso ya lo sabíamos. Lo que si me sigue sorprendiendo es la actitud de los conductores y las personas que transitan por la calle, que hacen lo imposible por apartarse para que así nuestra ayuda llegue a ti lo antes posible. Los hijos del viento, los vehículos que como truenos incesantes son conducidos por los ángeles del cielo sin ser los más rápidos ni los más eficaces. Conducidos para arañar segundos al fatídico reloj de la muerte, el sufrimiento o el desaliento. Lo hacemos para que agradezcas a Dios la premura de nuestro paso. Ten cuenta, conductor, que nos jugamos la vida nada más que nos montamos en los coloraos con las sirenas a tope. Y sigue así porque sin tu labor, tu colaboración para dejarnos paso en un día de tráfico intenso, la vida de los demás podrían perecer sin tu ayuda. Todos somos bomberos...