16 de marzo de 2012

Cal y Arena

Me gusta volver a mi rincón de infinidad en la hora de las brujas, porque son los momentos de regocijo, los momentos donde las emociones se encuentran en el umbral del sueño y donde quizá desmenuzarlas sea más sencillo. Entre la penumbra que ilumina mi desordenado salón, la respiración leve de mi querido perro y el suave contoneo del agua en mi acuario vacío y sin peces de colores me siento para contar algo de realidad. La cal y la arena... Muchas veces me paro a pensar en ello. La famosa frasecita: "hay que dar una de cal y otra de arena". ¿Sabemos lo qué estamos diciendo? ¿Qué es la cal? ¿Qué es la arena? ¿Por qué? El significado de esta frase es bastante sencillo y complejo a la vez. Una de cal para suavizar y después una de arena para... ¿para qué? No me lo creo, permitidme que os lo diga. Yo soy de la opinión de que no hay motivo o razón, cuando los sentimientos son verdaderos y con intención pura, de estar jugando al jueguecito del gato y el ratón. No entiendo eso de tener que, o no hacer, cosas para que la persona que supuestamente queremos que esté con nosotros se arrime cada vez más a nosotros. Si estos sentimientos son de verdad y son mutuos, los dos se acercarán como dos potentes imanes sin necesidad de recurrir a esos juegos absurdos de la cal y la arena. Y ahora lo entiendo, porque así lo estoy viviendo: mucha cal y poca arena, porque es la única manera de poder disfrutar abiertamente de las cosas de verdad que nos dará la vida. Esa famosa frase del "piensa mal y acertarás" se queda para las mentes vacías, los corazones ennegrecidos y las almas que se encuentran moribundas. Yo quiero dar sin condiciones y que me den sin tapujos ni obstáculos absurdos. Así que me voy a la cama pensando y sabiendo que sí, que las frases hechas están hechas por algún motivo, pero que en la variedad se encuentra lo verdaderos y lo sencillo es lo realmente auténtico. Buenas noches!

2 comentarios:

Antonio Santín dijo...

Amigo Quique me gusta tu forma de tirar pa´lante, el que quiera que te acompañe, y el que no, que se quede donde sus frases hechas y sus miedos le digan.

Para tu pecera un "pez luchador", como el que mi hija le pidió a los Reyes y sus Magestades le trajeron.

Y para los comentarios de los corazones ennegrecidos, una etiqueta de twitter: #VENENOAMASAO

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo cielo,lo que pasa es que estamos tontos..pero tontos con g de gato.Aunque si la vida fuera tan simple,seguro que pediriamos un pokito de cal y otro pokito de arena y nos resignariamos pensando"que todo ocurre por algo" ainnnnsss a ver si nos vienen dias tan buenos como los tuyo,mil bsss:Mamen