A punto de meterme en la cama por el agotador día de hoy, aunque primero esté deborando una tarrina de helado de vainilla, quiero refujiarme un poco en mi rincón lleno de infinidad para que así la paz me acurruque esta noche. Soy una persona positiva y llena de vida, o al menos con ganas de vivir a tope cada momento, y eso creo que es una buena forma de afrontar las cosas, y las emociones... Ser positivo te abre las puertas a mundos desconocidos donde el detalle más ridículo te parecerá una montaña de oro reluciente. Ser positivo te ayuda a mantener tu chispa activa, tu fuego flamenante y caliente como esas preciosa llamas de techo que tengo el "placer" de ver en contados incendios... Ser positivo activa un motor incesante dentro de mis emociones que hace que consiga ilusionarme día a día, creer, crecer, a combinar diferentes estados de ánimos para que al final el coctel salga bien rico. Ser positivo inunda el corazón del que lo siente, embriagando cada gota de perfume de esa piel que está cerca y que delicada, se derrite en un beso. Ser positivo es una manera de ver la vida alegre, con locura y con cordura, con ansiedad y ganas, con maravilla, con genialidad. Ser positivo es el mejor estado que una persona puede tener, ya que con él la posibilidades de volar son de una magnitud colosal. Ser positivo es estar siempre atendiendo tus emociones para mejorarlas y para sacar el lado bueno a las emociones malas. Ser positivo te ayudará a conseguir eso que quieres, eso que ansías, eso que deseas, eso que necesitas; porque si eres positivo y quieres conseguir algo con todas tus ganas, no habrá obstáculo ni emoción que se te resista. Ser positivo es una carrera de fondo donde hay que aguantar, y si sentimos la fatiga y queremos pararnos en seco, hagámoslo, cojamos aire, bebamos agua, y sigamos de frente y con la mente positiva.
Se me ha terminado el helado y los ojos se me cierran solos... Me gusta ser positivo. Buenas noches
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