Oscuridad estelar

Hoy es un día realmente triste para todo los españoles. Y es que hoy, 11 de marzo de 2011, hace 7 años del desgraciado atentado que acabó con esa multitud de inocentes que viajaban en aquel cercanías madrileño. Ya escribí sobre ello el año pasado, y el anterior, y el anterior... Altos, feos, guapos, delgadas gordos, negros, latinos, chinos... todo viajaban juntos en un tren con un destino fatal. Quizás iban a trabajar, o a estudiar, o simplemente a reencontrarse con su amor. Pero un rayo luminoso acabó con sus esperanzas, sus objetivos, su mañana, su hoy... Y hoy quiero hacer algo que creo que pocas veces he hecho en este blog; y no es más que ser un poco más autocrítico conmigo mismo. Soy el primero en defender la vida, los derechos, las buenas formas, los modales, la educación, la transparencia, la sabiduría, el temple, la armonía social, la sonrisa, la superación del miedo, vividor del presente, pensador, reflexivo y un largo etcétera. Pero sé que mis fallos están ahí y que a veces pueden causar daños colaterales a las personas que me quieren. Un hombre gruñón y con mucho talante que a veces despierta un cierto resquemor a las personas que me rodean pero, que al no darme cuenta, lo transmito y destruyo cual lanzallamas a esas personas que me quieren. Lo que realmente es lo sorprendente es que me he dado cuenta, aunque ya lo sabía, de esas y otras cosas más; y estoy contento porque sé que soy capaz de arreglar todo aquello que por culpa de esas actitudes desafortunadas penden de un hilo. Y como tampoco sé si mañana u hoy, mi luz se va a apagar, es hora de reparar esos daños ya que así nunca es tarde para reaccionar y actuar. Qué sabio fue Sócrates cuando esbozó esa frase de "solo sé que no sé nada..." Mucho he de aprender para que los fallos sean cada vez menos. Soy capaz, todos lo somos, y ahora sé que puedo actuar. Y lo sé porque lo estoy experimentando; he sido un imbécil en algunas ocasiones, y el primer paso es darse cuenta. Espero seguir caminando hacia ese sendero donde el arco iris brilla intenso y sonriente. Y para rememorar este día de luto os dejo esta preciosa canción de La Oreja de Van Gogh: