11 de noviembre de 2009

Como la pata de un romano

Seguro que la mayoría de vosotros conocéis el dicho de estoy más liado que la pata de un romano. Como tontería puede valer, pero como comparación también, ya que como sabréis, las sandalias de estos muchachos se enroscaban por sus piernas, abrazándolas de la manera más hortera. Pues del dicho al hecho. No es que me haya cambiado a la moda romana del sigo II a.C. sino que ando tela de liado con un millón de asuntos que no me dejan centrarme en otros que también me gustarían. Ahora recuerdo cuando en verano, en esos meses de hastío y aburrimiento deseaba que llegara septiembre para comenzar a aprovechar el ansiado reloj. Pero esto es sobrehumano. Ahora deseo tener relax para disfrutar de ese tiempo vació, y pensar... Me he tenido que mover por todos los bancos y pelear con la última cabeza visible de las entidades hasta conseguir firmar mis escrituras. Ahora ando súper liado con los muebles, la decoración, la pintura. ¡Esto es una pasada!, pero a su vez es una chulada. Rodeado de ideas de imaginación y de cosas imposibles. A su vez me encuentro inmerso en la preparación, junto a mis compañeros de Las Cigarreras, del conciertazo de cierre del XXX aniversario y que será el martes. ¡Va a ser colosal! Total que, entre una cosa y otra, llevo dos meses y medios a toda máquina. Aunque en menos de un mes voy a ver una ciudad encantada y un lugar mágico que me ayudará a coger aún más energías para tirar del carro. Pues nada amigos infinitos, aunque difícil, he podido sacar un huequito para deciros hola. Un saludo!!

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