18 de noviembre de 2009

Lágrimas por una vida

Amigos todos. Ya alentaba que la noche de ayer iba a ser la noche más importante para mí como músico, y tras empuñar y mimar una corneta desde hace ya doce años. No sé por donde empezar ya que el remolino que se enmaraña en mi corazón es tan inmenso que se me hace difícil desmelenar ese entramado de amor, devoción, dedicación, lucha y pasión.

Desde ya a las 5 de la tarde nos empezamos a dar cita allí todos los compañeros. Precioso Teatro Lope de Vega, que desde hora temprana ya empezaba a empaparse de sentimiento cigarrero por sus pasillos, escaleras, entre bambalinas... Todo olía a clamor por lo que algunas horas más tarde se iba a vivir allí. Nervios que se hacían como cuchillos de hielo en las piernas, por no caer en un día tan importantes para todos. Treinta años de Cigarreras, y anoche tuvo que ser el día en que se viera, si todavía no se sabía, toda la dedicación diaria que le ponemos los integrantes a este sentimiento tan especial que sólo unos pocos saben entender.

Ensayos de luces, de cámaras, de imagen. El prestigioso presentador Antonio Garrido ensayando sus palabras, nervioso como el que más, ya que todos sabemos el amor tan profundo que le tiene a la Banda de Las Cigarreras, y para él también era una noche importante.

Contar cada uno de los detalles de la noche mágica de la clausura del XXX aniversario de Las Cigarreras sería utópico, ya que no cabrían en este blog infinito...

Estrenamos nuevo uniforme, diseñado por el prestigioso también diseñador de alta costura Juan Vara.

No fue un concierto natural de bandas de cornetas, fue un ato especial donde quisimos reflejar muchas cosas. Primero tocamos una pieza llamada la Evolución, una obra de unos 15 minutos de duración donde quisimos reflejar la evolución de la banda desde sus inicios hasta hoy, enlazando marchas antiguas con más actuales. La peculiaridad fue que también fuimos adecuando el número de componentes durante la misma, para pasar de unos 40 a los actuales 120. Seguidamente se presentaron todos los uniformes que tuvimos. Acto seguido interpretamos una composición que sin duda, y no es sólo mi opinión, será el futuro de la música cofrade en Sevilla. Rostros de Esperanza, compuesta por David Álvarez y Vicente Moreno. Seguidamente se interpretó la marcha Amor de Madre de Francis Glez. Ríos, cantada por una coral.

El broche final lo pusimos con el himno del XXX Aniversario, compuesto por Pedro Pacheco. Emocionante y simplemente colosal. Fue la primera vez que la Banda canta en un escenario. Y no te cuento más, porque las imágenes lo dicen todo.


2 comentarios:

jose miguel dijo...

Sencillamente magistral.
todo un alarde de cariño por lo que haceis y muchas, muchas horas de dedicación,
Enhorabuena.

Anónimo dijo...

This is the greatest blog that I have read this week =D

My regards,
Carter