Hoy se ha levantado el día muy bochornoso y caluroso en la bella híspalis que además, ya va notando como se van derritendo sus calles llenas de guiris colorados como salmonetes. Pero no es este calor insoportable el que me ha calentado en la mañana de hoy, si no la dichosa desfachatez de las personas que tienen la capacidad de bañarse en piscinas repletas de dinero. Llevo más de un mes pendiente de una gestión, concretamente la venta del coche de mi padre, y no hay día que "quede" con los ricachones interesados y que no nos hagan plantón. Una cónsul de un país sudamericano y un tipo de la farándula que le salen los millones de euros por las orejas. No se puede ser tan rata y miserable, aunque a eso hay que sumarle la dejadez y la soberbia de cada uno... La gente de esta calaña, la gente que maneja tanto dinero, está tan endiosada y con el culo tan lamido que ya les importa una soberana mierda (y permitidme que hablé así, pero es porque tengo un cabreo de coj...es) las personas "normales" que hacemos las cosas bien para evitar malos rollos. Quedan a una hora, pero llegan tarde o te dicen 1o minutos antes, que no van. Te dicen que en el banco no tienen el dinero de la compra preparado, cuando les sobran millones de euros por doquier; les da exactamente igual que tengas que hacer cosas y te hacen perder días para larmerles su apestoso culo. Gente que está subida porque los pelotas de la farándula y aquello que se quieren sumar al carro de la carroña no paran de untar saliba con sus lenguas de sanguijuela por esos traseros vomitivos. Y aún así se creen graciosos, claro, como les sobra el dinero... Qué razón mi abuela cuando decía: "poderoso caballero es don dinero..." Esperemos que mañana no sea otro día tirado a la basura, porque a mí ya no me torea más un tío disfrazado de billetes.
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