Muchas veces me enfrento a mi blog con la intención de arrancar unas cuantas emociones a mi alma, y casi siempre me es muy fácil conseguir reflejar sentimientos. Pero hay otras que no. Y así estoy hoy: como la pluma que se queda sin tinta deseosa de escribir bellas frases que concuerden y desemboquen en un mar de algarabía emocional. Pero esta noche va a ser que no. Está siendo un día bonito, normal, lleno de luz y frescor. Un día más que sumar al bote de mis experiencias; un día más que se va... pero noto cierta diferencia, y es que mi esponja de coral, está volviendo a empaparse de todos los rincones emocionales, emociones que me hacen crecer y ser más grande. Qué bonito es crecer gracias a los demás sin la necesidad istriónica de tener que recurrir a la zancadilla y el regocijo de ajeno. Y como hoy estoy sin tinta, y además estoy algo cansado de como se está dando la tarde noche en bomberos, trataré de descansar cerrando un poco los ojos deseoso de escuchar un susurro de buenas noches...
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