12 de agosto de 2008

El compañerismo es brutal

Y me refiero a lo brutal que es, para bien. Ayer fui a entrenar a mi parque de bomberos con un compañero. No teníamos guardia pero nos apeteció entrenar allí.

Estábamos en el parque en un turno que no era el nuestro y con una fluidez entre los compañeros que apenas conocíamos, como si fuéramos peces de la misma pecera, nadando todos juntos con la mismas ganas de sonreír. Contando batallas, historias y queriendo escuchar todo lo que salía de nuestras almas.

El compañerismo en el trabajo, tanto como en la calle o en tu familia, es uno de los aspectos más bonitos que pueden existir, ya que cuando existe, te sientes pleno, más seguro y con más fuerza para seguir desarrollándote en tu día a día. Los compañeros son como hermanos, aquellos que apoyan en tu hombro su mano, dándote alivio, amigos y primos de sangre. Luchan juntos, trabajan juntos y viven en un mundo cuasi igual.

Cualquier persona puede ser un gran compañero, para la comprensión , el ánimo, el apoyo... y nadie es malo hasta que muestra que lo es. Cualquiera podemos ser buen compañero.

Un saludo compañero.

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