Mucho sufrimiento esconde la tan temida soledad. Todos tenemos miedo a estar solos y dejados por nuestros semejantes... Es muy duro tener que estar ahí contigo mismo, con miedo, sin alegría, solo...El otro día, en el trabajo acudimos a abrir una vivienda, como muchas otras veces, y como tantas veces, la razón era que una persona mayor se encontraba caída en el interior y no podía levantarse. Logramos entrar, sin más remedio que forzando la puerta y causándole destrozos al fin y al cabo. Nada más pudimos entrar escuché a la señora decir "aquí estoy, me he caído". Estaba sola, desolada y desamparada, con su débil cuerpo tirado en el piso. La mujer no tenía a nadie que se preocupara por ella, estaba sola.
Todos tenemos miedo a estar solos, pero debemos saber que al fin y al cabo vivimos con nosotros y sólo con nosotros vamos a pasar el resto de nuestras vidas. Por ello, tenemos que estar bien con nosotros mismo, tratando de hacer frente siempre a los contratiempos, tempestades y dificultades.
No te sientas sólo, sabes que no lo estás...
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