Acabo de llegar a casa y ya estoy repasando las sensaciones vividas en tierras alicantinas. El fútbol es algo que nos une como personas y en este campeonato he notado como el grupo cada vez está más unido. No es fácil estrechar lazos con las personas. Todas tenemos nuestra forma de ser y nuestra peculiar forma de pensar, ver la vida y vivir el fútbol; y unir un equipo es muy complicado. Como ya sabemos los resultados este año no se han dado bien, pero ya estamos planificando la temporada que viene. Me llevo un buen recuerdo de Alicante, aunque pensé que sería una tierra más cercana, La he notado fría, pero como la mayoría de zonas costeras, se ambienta en eso, la playa. Tras la cena oficial del equipo en la noche de ayer, me llevo cantidad de sensaciones, pero lo más fundamental, lo que es capaz de darnos este trabajo tan precioso. Bomberos hace que sus bomberos se unan en torno al deporte y especialmente al fútbol. Reunir cada año a casi 1.000 bomberos de toda España es una gesta, pero para mi es un orgullo saber que queremos seguir creciendo aprendiendo de las personas parecidas a nosotros. Darle las gracias a todo mi equipo empezando por Camarena, nuestro entrenador (que lo ha pasado mal con la cantidad de lesionados que hemos tenido) y siguiendo por los jugadores: Raúl Pedraza, Fernando, Salva, Diego, Javi Aguilar, Javi Gozalbes, Acal y un servidor. Aunque este año nos han ayudado con su mejor fútbol dos compañeros de Canarias, Jonathan y Yago, y por Jerez el otro Raúl. Además acordarme de los que no han estado, Joaquín y Alex; ya sabéis que para el año que viene tenemos un campeonato que ganar. Y para que no se nos olvide quienes somos y de donde venimos, nuestro habitual grito de guerra.
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