Ayer tuvimos un servicio cerca de la todopoderosa Torre Pelli. Ahí la vemos en la foto, escalando por el firmamento sevillano sin nada que la frene y sin mirar hacia abajo, solo hacia arriba. Ya suma 30 plantas y otra veintena le quedan para finalizar. Y yo, realmente me siento un poco estafado porque con ciento y pico de metros sobre el suelo, los bomberos aún no hemos visitado su estructura ni sabemos que procedimiento debemos seguir para un hipotético problema en la obra o en su finalización. A lo bruto somos capaces de hacer muchas cosas, pero sabiendo los procedimientos de actuación en edificios de gran altura, pues yo supongo que todo será mucho mejor. La Torre seguirá subiendo y subiendo a pasos agigantados y nosotros seguiremos sin saber qué hacer... aunque seguro estoy que tiraremos de ingenio y sentido común. Así que espero que nunca llegue a pasar nada y todos podamos disfrutar del primer rascacielos sevillano.
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