27 de enero de 2012

Cúmulo de sensaciones

Hoy está siendo un día completo en lo que a sensaciones se refiere... Esta mañana me he levantado temprano para venir a trabajar y ya he notado que algo pasaba. Llevo algunos días viendo a un galgo que solitario vaga por las calles de mi vecindad sin ton ni son, pero hoy ha sido diferente. Él se para a mirarme a escasos metros y observa como mi perro es feliz junto a mi. Yo sigo mis pasos y cuando me giro para mirarle esos ojos de tristeza, veo que está situado a los mismos metros pero cada vez más cerca. La tristeza me ha invadido y como un cobarde he vuelto a casa para coger mis cosas y venir al trabajo. Pero antes, me he acercado al banco, que está situado a kilómetro y medio de mi casa, y al montarme en el coche para bajar definitivamente a Sevilla ahí estaba él... con la misma cara y con el mismo gesto. ¿Quién eres? 

Ya en el parque la guardia está siendo extraña... No mucho volumen de salidas pero sí con algunas particularidades. Primero una señora de setenta y pico años tirada en su casa con un charco ingente de sangre brillante. No más que una brecha de unos 4 centímetros en la parte se atrás de la cabeza, y ella allí, interactuando con nosotros, entre risas y chistes, la cabeza vendada y todita llena de sangre; y ella feliz. Me quedo con una frase que ya hace varios años escucharon mis oídos y que me llenaron de orgullo: "menos mal que sois los bomberos..." María se llamaba aquella mujer que con su sonrisa eterna nos ha despedido temblorosa por el frío... Y ahora venimos de un ahogado en el río. Ya son varios los cuerpos que hemos sacado sin vida de nuestra lámina de agua, pero si es cierto que el de hoy ha sido algo distinto. ¿Cómo es posible que aquel hombre siguiera con sus gafas de sol encima de la cabeza? Llevaría casi 2 semanas yacente entre aguas... algo extraño. Demasiadas vueltas a las sensaciones para ser aún tan temprano. La guardia se antoja larga y pesada, que tengáis un buen día.

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